Huelga de basuras

La huelga de recogida de basuras en muchos pueblos de Andalucía provoca no sólo hedor en las calles, sino una indignación profunda contra la incompetencia de los alcaldes responsables que sólo se puede explicar por los casi 30 años sin alternancia política en Andalucía, con toda su cohorte de clientelismo y corrupción. Basta de ser ingenuos y de tratar de mirar los asuntos públicos tras el velo de la inocencia y la presuposición de que guardianes bienintencionados velan por los intereses comunes.

Si se anuncia una huelga, los alcaldes tienen la obligación de buscar un servicio alternativo de inmediato y garantizar la recogida de las basuras. Si los camiones no pueden entrar a los vertederos porque hay piquetes, habrá que recordar que estos son ilegales. Si las administraciones subcontratan servicios es para no tener que negociar con los trabajadores. Si la subcontrata deja de prestar el servicio, por el motivo que sea, la administración debe buscar otra empresa.

¿Qué interés puede tener un ayuntamiento en que sea una subcontrata en particular la que se ocupe de la recogida de las basuras? ¿Acaso cobran comisiones ilegales alcaldes y concejales de dichas empresas? No, claro, faltaría más.

Entonces, necesito una explicación de por qué no se pasa la subcontrata a otra empresa que garantize el servicio.