Fachadas muy potentes

Los edificios afectados por las fisuras son casas señoriales construidas entre las últimas décadas del siglo XIX y principios del XX. Erigidas por arquitectos como Saldaña o Martínez Avaria, cuentan con amplios portales ornamentados por ménsulas de caliza e incrustados en bases pétreas almohadilladas, denominadas brugnato, una altura media de siete plantas y potentes fachadas. Precisamente la anchura de éstas, de entre 50 y 80 centímetros por término medio, las convierte en los principales muros de carga de sus respectivos edificios. Pese a ello, en Españoleto, 27, la fisura ha cortado el sillar de un dintel, al igual que los poyetes de las ventanas del palacete que ocupa el Instituto de Ingeniería Civil, en la calle del General Arrando. Toda la zona se encuentra marcada con estaciones y testigos, una suerte de tuercas metálicas colocadas por parejas sobre muros y suelos, respectivamente, a las cuales se hallan adosadas numeraciones de cuatro dígitos separadas por diez cifras. Sirven para medir los desniveles registrados en paramentos y basamentos.

En el área contigua se hallan la Embajada de Suecia, el hotel Santo Mauro, una oficina colombiana y un palacete, hoy centro oftalmológico, obra del arquitecto Urioste.