De la Vega espera de la Generalitat una "propuesta razonable" de financiación

El Gobierno central y la Generalitat pueden hablar cara a cara sobre la reforma del modelo de financiación de Cataluña pero el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero no tomará ninguna decisión sin la aquiescencia del resto de las comunidades. Así lo afirmó ayer en Barcelona la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien pidió una propuesta "razonable" al Ejecutivo catalán que pueda aprobarse en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Esquerra Republicana hizo un llamamiento a la unidad de las formaciones políticas catalanas para "ganar la guerra" de la financiación.

Durante una intervención en el Foro Nueva Economía, seguida por el ministro de Industria, José Montilla, el consejero de Economía catalán, Antoni Castells, y por un centenar de empresarios, De la Vega defendió que el nuevo sistema de financiación de Cataluña debe ser producto de una negociación multilateral entre todas las comunidades, a pesar de que el actual Estatuto de Cataluña establece que el primer paso de la negociación corresponde a la comisión mixta y paritaria Estado-Generalitat. Así figura en la disposición transitoria tercera del Estatuto vigente.

Según la vicepresidenta, el debate multilateral debe comenzar, en cambio, en la Conferencia de Presidentes autonómicos que se celebrará en julio y que en principio debía centrarse en la financiación y la sostenibilidad de la sanidad pública.

Aunque el Gobierno no espera que el foro de presidentes llegue a acuerdos concretos, éste sí debería alcanzarse en la negociación posterior en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde están representadas todas las comunidades de régimen común. De la Vega, que el pasado viernes afirmó que la propuesta del Ejecutivo catalán no va en la dirección que buscaba el Ejecutivo central, dijo ayer que está "absolutamente convencida" de que "la razonabilidad de las partes, de la propuesta del Gobierno catalán y de sus proponentes", va a llevar a "buscar un acuerdo entre todos".

Proyecto de máximos

La vicepresidenta no quiso ir más allá y no reveló más detalles sobre los recelos existentes en el Gobierno central ante el modelo de financiación que defiende el tripartito y que su propio presidente, Pasqual Maragall, ha calificado como una propuesta "de máximos". El modelo que quiere la Generalitat prevé la recaudación de todos los impuestos por parte de Cataluña y la cesión a la Administración central de un máximo del 50% de los ingresos obtenidos por IRPF, IVA, sociedades e impuestos especiales.

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, tampoco quiso entrar en valoraciones de fondo y afirmó, en París, que el sistema que defiende la Generalitat supone "un cambio de modelo", informa J. M. Martí Font. En opinión de Solbes, el nuevo sistema debe ser analizado "en profundidad" porque debe "respetar las competencias del Estado, entre otras su propia financiación".

Los intentos del Gobierno central para evitar la negociación bilateral no sentó bien al Ejecutivo catalán y muy especialmente a uno de los partidos que lo integran, Esquerra Republicana, cuyo portavoz parlamentario, Joan Ridao, no dudó en llamar a la "unidad" de todas las fuerzas políticas catalanas para "ganar la guerra" de la financiación y evitar "montar batallitas en la retaguardia" que puedan debilitar la defensa de los intereses de Cataluña.

En tono más moderado, el consejero Antoni Castells calificó la actitud de la vicepresidenta de "abierta, dialogante y responsable".

Más tajante se mostró el portavoz de la Generalitat, Joaquim Nadal, quien afirmó que Maragall llevará a la Conferencia de Presidentes su propuesta de modelo de financiación pero "para explicarla, no para debatirla".