El juez envía a prisión al último detenido en relación con el 11-M

Soufiane Raifak proporcionó armas al grupo de islamistas, según un testigo protegido

El juez Juan del Olmo envió ayer a prisión al marroquí Soufiane Raifak, el último detenido en relación con los atentados del 11-M y al que imputa haber proporcionado armas a la célula de los islamistas, siete de cuyos miembros se suicidaron en Leganés (Madrid) y a la que se considera autora de la matanza. Raifak formaba parte del entorno de Rafá Zouhier y está acusado de colaboración con banda armada, tráfico de armas y tráfico de drogas.

Un testigo protegido mantuvo ayer un careo con Soufiane Raifak en presencia del juez Del Olmo y de la fiscal Olga Sánchez. Este testigo vinculó al detenido con la venta de armas y explosivos al grupo de los islamistas.

Como quiera que Raifak había negado previamente su intervención en los hechos que se le imputan, se celebró un careo, en el que el magistrado apreció mucha mayor firmeza en el testigo que había abrumado con datos al detenido. Éste, sin embargo, mostró síntomas de nerviosismo, según informaron fuentes de la investigación.

El citado testigo protegido explicó que Raifak era miembro del entorno de Rafá Zouhier, la persona que puso en contacto al grupo de islamistas con el de los asturianos y cuya intervención resultó supuestamente decisiva para la adquisición de la Goma 2 Eco utilizada en los atentados a cambio de droga. Raifak, según las fuentes citadas, habría vendido armas a los islamistas.

En su declaración judicial, Soufiane Raifak habría admitido que desde finales de 2002 se dedicaba a realizar robos de carteras y "tirones" en la zona de la calle Montera y de la Puerta del Sol, en Madrid. Añadió que un islamista llamado Mourad le había propuesto que se dedicase al tráfico de hachís y cocaína para el grupo de Zouhier.

El juez decidió deducir testimonio de su declaración y remitirla al juez de instrucción decano de los juzgados de Madrid por presuntos delitos de robo y de tráfico de drogas.

Soufiane Raifak había sido detenido en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Algeciras y estaba pendiente de ser expulsado a Marruecos.

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