Maria Antónia Siza expone tres series de dibujos expresionistas

"No puedo aclarar nada sobre el misterio de estos dibujos porque para mí mismo son un misterio enorme", declaró ayer el arquitecto portugués Alvaro Siza en la presentación de la exposición de su esposa, Maria Antónia Siza -fallecida en Oporto en 1973 a los 33 años-, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (Alcalá, 42, www.circulobellasartes.com, hasta el 22 de mayo).

El montaje, en la sala Minerva, incluye dibujos y acuarelas de las series Transfiguración, Expresividad y Sombras. Es la primera vez que se expone su obra fuera de Portugal. Alvaro Siza comentó que en vida expuso en la cooperativa Árvore, de Oporto, con mucho éxito, pero con un "silencio absoluto" por parte de la crítica. De esa muestra se reservó un conjunto de obras que, con otras de su colección, forman la exposición actual, presentada antes en Lisboa y Oporto. "Ella no se permitía seguir la moda y durante sus estudios en Bellas Artes predominaba la pintura abstracta. La figura era para ella una imposición absoluta", declara Alvaro Siza, mientras señala los detalles anatómicos de los pies y manos de unas figuras en movimiento hechas con pluma de tinta.

En la presentación de los dibujos y acuarelas (realizó una docena de pinturas al óleo que no se exponen) intervinieron el crítico José Luis Porfirio, que publica un texto del catálogo, junto a otro estudio de Bernardo Pinto de Almeida, y el arquitecto Alfino Southino.

"Los dibujos están hechos en el límite de la expresión y tratan de los límites de la vida", afirmó Porfirio al comentar la obra de Maria Antónia Siza, que tiene "una comunicación densa que no deja indiferente" y que calificó como un testimonio de arte y de vida. Southino destacó la "caligrafía figurativa" de sus dibujos, que realizaba con rapidez en el papel desde la parte izquierda, como se escribe un texto.