La derecha chilena no defiende las cuentas secretas de Pinochet

La derecha chilena, que durante décadas defendió a Augusto Pinochet de las acusaciones en su contra, prefirió ayer observar silencio después de la revelación del Senado norteamericano sobre las 125 cuentas bancarias y de valores que el dictador mantuvo durante un cuarto de siglo en Estados Unidos, muchas de ellas con nombres falsos o de familiares y militares cercanos. Las cuentas del general golpista y su camarilla generaron reacciones en el Gobierno, el Ejército, los imputados y en los querellantes del dictador.

La abogada querellante del ex dictador por sus cuentas secretas, Carmen Hertz, lo acusó de ser el gobernante más corrupto de la historia del país.

La Moneda, a través del ministro portavoz, Francisco Vidal, consideró "preocupantes" las cuentas, aunque descartó que esto pueda dañar la imagen del país en el exterior, aspecto en lo que coincidió con el presidente del Banco Central, Vittorio Corbo. Dirigentes oficialistas pidieron que se investiguen las cuentas de Pinochet en otros países.

Varios golpes ha recibido la derecha en los últimos días que la han enfrentado de manera abrupta con los costos de su compromiso con la dictadura (1973-1990). El primero fue la detención del ex líder de Colonia Dignidad, Paul Schäfer, que dirigía un recinto donde se torturó y asesinó a presos políticos y se violaron niños, que contó con una defensa activa de la derecha. La revelación de las cuentas secretas del ex dictador, ha sido el segundo golpe en el tiempo, una especie de bomba de racimo en los sectores de la sociedad que justificaron los crímenes, pero que creían en la honradez de la cúpula militar.

El tercero fue la resolución que tomó ayer el juez Juan Guzmán de dar curso a la solicitud a la petición de desafuero del senador de derecha Sergio Fernández, ex ministro de Interior de la dictadura, para investigar su actuación como cómplice o encubridor de violaciones a los derechos humanos.

Entretanto, en tono moderado, el comandante en jefe del Ejército, general Juan Emilio Cheyre, pidió ayer "no prejuzgar" la situación de dos coroneles en servicio activo mencionados en el informe del Senado de Estados Unidos, y que ya concurrieron a declarar ante el juez Sergio Muñoz, quien investiga el caso en el país.

La defensa pública de Pinochet quedó ayer restringida a sus abogados. El jefe de éstos, Pablo Rodríguez, consideró "un chiste" el informe sobre las cuentas secretas. Según él, corresponden a las que tenían los agregados militares chilenos en otros países, a los jefes militares cercanos a Pinochet y otras autoridades, "cuyos fondos los manejaban con fiscalización y control", sostuvo. Varios de los generales en retiro implicados por el informe, entre ellos el portavoz de Pinochet, general Guillermo Garín, y Jorge Ballerino, ex agregado en España, admitieron que tuvieron las cuentas bancarias y las cantidades mencionadas en el informe, aunque negaron haberle entregado fondos a al ex dictador chileno, tal y como sostiene el informe subcomité de investigaciones permanentes del Senado norteamericano.