Los socios de Maragall piden al presidente que acabe con sus metáforas

El almuerzo que los lunes mantiene el presidente de la Generalitat con sus socios de Gobierno tuvo ayer como eje la moción de censura que el próximo jueves defenderá el popular Josep Piqué ante el Parlamento catalán. Para tranquilizar los ánimos, tanto el conseller en cap, el republicano Josep Bargalló, como el consejero de Relaciones Institucionales, el ecosocialista Joan Saura, recomendaron a Maragall que utilice con más cuidado su últimamente prolijo recurso a la metáfora.

En el almuerzo de ayer -al que también asistieron el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, así como el secretario del Gobierno, Ernest Maragall- tanto Saura como Bargalló expresaron su preocupación por la marejada levantada por el presidente durante los últimos días y acentuada el pasado fin de semana. El sábado, Maragall dijo que la derecha actual recurre ahora a querellas y mociones de censura, mientras que en los años treinta impulsaba insurrecciones militares como la Guerra Civil española. El domingo, el presidente catalán, con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, insistió con las metáforas: "Mi Gobierno se siente como una mujer maltratada".

Esas figuras retóricas del fin de semana venían a sumarse al "soufflé" con el que Maragall había aludido a la situación catalana o a la "vaselina" que hacía falta para suavizar el tenso momento político, y que ha desembocado en una moción de censura. Sobre este punto, y después del almuerzo, tanto Maragall como Bargalló y Saura se reunieron con los portavoces de sus grupos parlamentarios para preparar la estrategia parlamentaria. El presidente leerá su intervención, previsiblemente breve, y que tachará de poco seria, pues se presenta con un apoyo de 15 votos.