El éxito de la rotación

Era algo que ya se sabía. Las constantes rotaciones utilizadas por Juan Carlos Pastor desde el banquillo fueron una de las claves que permitieron a España realizar un remonte tan espectacular y acabar arrollando a Suecia en su primer compromiso serio.

Para mí, hubo varios aspectos importantes: el cambio de defensa, que pasó de 5-1 a 6-0; la presión que se siguió ejerciendo a través de los segundos defensas sobre los laterales para que Vranjes no pudiera mover el balón con facilidad y se viera obligado a lanzar en situaciones forzadas, y el hecho de no perder la cabeza cuando las cosas estaban realmente complicadas.

Sin embargo, el valor fundamental que España mostró fue su excelente condición física. Una forma espectacular, avalada además por los descansos que puede permitirse. Ahí radicó una de las diferencias que marcaron el partido. Porque Suecia jugó todo él con los mismos jugadores, con poquísimos cambios, y manteniendo en el ataque a dos hombres tan veteranos como Vranjes y Lovgren. El mérito de España fue que, tras el sufrimiento de los 15 primeeros minutos, siguió jugando como antes, como en los días precedentes: creando buenas ocasiones de gol y defendiendo bien a su portero.

En España hubo garra e ilusión. Dos armas que deben servirle también hoy contra Croacia. Veo un equipo muy sólido y bien encaminado hacia la fase final.