El primer encuentro

La reunión de ayer entre el secretario de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, y la ministra de Sanidad, Elena Salgado, para discutir la forma de colaborar para luchar contra el sida fue un encuentro lleno de cordialidad, según han manifestado ambos protagonistas.

Este tono amistoso constituye una excepción en el actual estado de las relaciones entre la jerarquía católica y el Gobierno socialista. Hasta el mismo Papa aprovechó la audiencia que concedió en junio a José Luis Rodríguez Zapatero para criticar alguno de sus proyectos, como la legalización del matrimonio de personas del mismo sexo. Otros temas en los que se han hecho patentes las fricciones han sido la investigación con embriones, la evanescente regulación de la eutanasia -una propuesta que el PSOE no pretende abordar en esta legislatura-, la regulación de la alternativa a la asignatura de Religión en los colegios e institutos públicos o la ampliación de la despenalización del aborto. En estos casos, la jerarquía de la Iglesia católica ha respaldado o promovido la movilización de sus fieles, bien directamente mediante homilías o apoyando desde algunas diócesis las recogidas de firmas de asociaciones afines.

La respuesta del Gobierno ha sido siempre negar que se buscara el enfrentamiento, pero mantener firme su postura. La de ayer es la primera vez en que ambas partes coinciden en aunar sus esfuerzos.