"Una mañana decidí no volver al banco"

Emilio Urberuaga comenzó a trabajar como ilustrador en los años ochenta. "He sido botones, vendedor de libros, grabador, estampador, repartidor en moto, empleado de banca... He hecho de todo. Llevo así desde los 14 años, y tengo unos cuantos", relató el ilustrador ante la veintena de niños que le rodeaba en la librería sevillana Rayuela, muy cerca de la céntrica plaza de la Encarnación. Y es que a los niños les interesaba todo lo que rodea a Manolito Gafotas. La vida del que lo dibuja fue, pues, uno de los objetos más preciados de su curiosidad.

"¿Por qué se llama Manolito?". Era una pregunta inevitable. "Manolito Gafotas nació en las noches de Radio Nacional. El padre y uno de los hermanos de Elvira Lindo se llama Manolo. Es un nombre español muy común. Además, también es un nombre muy chino: Mano Lito", concluyó Urberuaga. Las reminiscencias orientales del personaje despertaron una carcajada entre los niños.

Urberuaga volvió a contar su vida ante unos oyentes difíciles de saciar. "Jamás en la vida se me hubiera pasado por la imaginación que yo iba a vivir de esto. Todos aprendemos de algo o de alguien. Cuando me marché del banco, me fui al estudio de un señor que era pintor. Me enseñó a manejar el carboncillo. Luego, coincidí en el estudio de un amigo que era ilustrador y dibujaba libros para niños. Eso fue para mí una especie de banco de pruebas", relató.

Urberuaga precisó los detalles de su cambio de vida. "Una mañana decidí no volver al banco. Tenía el apoyo de mi esposa. El primer libro de arte que vi en mi vida era de Matisse y me lo compró mi mujer", recordó. "No sabía lo que quería hacer, pero sí sabía lo que no quería hacer. Cuando entraba en el banco, me deprimía y hasta me dolía la cabeza. Y eso que tenía buenos amigos allí", agregó. Al final, se marchó del banco. "Fue visto y no visto", dijo Urberuaga.