Zaplana niega el enfrentamiento y desea "suerte" a Camps

El ex presidente del PP regional y ex presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, llegó ayer en tono conciliador al XI Congreso pese a que ya había quedado patente el varapalo al que había quedado sometida su "familia". Zaplana llegó justo a la hora de votar la lista presentada por el presidente regional de los populares, Francisco Camps, escenificó un saludo a su sucesor y ni siquiera esperó a que se hiciese público el recuento de votos. En medio de su frugal visita al cónclave popular, sí tuvo tiempo para desear "la mejor de las suertes y los aciertos" a Camps y a su dirección. Además, se ofreció a la nueva dirección que, según dijo, "puede contar conmigo para lo que quieran". En ningún momento, el actualmente portavoz del Grupo Popular en el Congreso quiso revelar la división o la decepción ante una lista en la que pretendía abarcar una mayor cuota. "Los debates previos son normales", alcanzó a señalar y "todas las transiciones son complejas y siempre generan polémica", quiso añadir. "Esto es como el fútbol, cada uno haría su alineación, pero hay que respetar la decisión del presidente", añadió. Sobre Francisco Camps recae "toda la responsabilidad" de la dirección del PP elegida ayer, sostuvo. Negando el enfrentamiento que "ni ha existido ni nunca existirá, sino todo lo contrario", Zaplana concluyó que ha llegado el tiempo de acabar con las discusiones, "en caso de que hayan existido".