Debate sobre horarios comerciales

El debate sobre el número de domingos y festivos hábiles para el comercio se ha trasladado finalmente del ámbito estatal al autonómico.

Hasta ahora el pequeño comercio ha venido presionando al Gobierno nacional para que abortase la liberalización de horarios comerciales pretendida por el anterior Gobierno popular. Una vez conseguido han centrado su presión a nivel local, para que cada uno de los ejecutivos autonómicos reduzca de los actuales 12 festivos que los comercios pueden abrir al mínimo de 8 que a partir del 1 de enero permitirá la ley Montilla. Sus razones: que abrir los domingos sólo beneficia a las grandes superficies; que se pone en peligro la supervivencia de muchos comercios; que se pueden destruir miles de empleos, y que realmente la apertura de mayor número de domingos y festivos no es una demanda real del consumidor.

La realidad es que el pequeño comercio atraviesa una profunda crisis, cuyas causas son mucho más profundas que la de la aparición de centros comerciales, que si han proliferado no es más que en respuesta a unas necesidades que han surgido por los nuevos hábitos de consumo. Necesidades a las que por otra parte el pequeño comercio no puede o no quiere dar respuesta. Y eso se consigue con un poco de voluntad y un mucho de modernización, especialización, profesionalización...

Ahí sí les acompañaría la razón y la comprensión de la ciudadanía para exigir al Gobierno -nacional, autonómico o municipal- la aplicación de un plan de ayudas encaminado a dinamizar el comercio. Así ganaríamos todos.