La Generalitat culpa a Repsol de la muerte de un millar de peces en el Francolí

La Agencia Catalana del Agua (ACA), organismo dependiente de la Generalitat, aseguró ayer que el millar de peces que aparecieron muertos hace una semana en el tramo final del río Francolí fallecieron por haber ingerido sulfato de amonio y responsabilizó a Repsol Química de los elevados índices de este producto que se han detectado en el río.

El sulfato de amonio, un producto sólido y soluble, según Repsol, es habitualmente usado por agricultores de la zona para abonar sus campos -Repsol mantiene convenios con varias cooperativas de la zona para su distribución- y no representa ningún riesgo para las personas o las plantas, aunque sí para los peces. Por ello, la ACA no descarta que el origen del contaminante sea otro, aunque la Generalitat ya ha abierto a Repsol un expediente que, si los nuevos análisis corroborasen que el sulfato de amonio provenía de esta planta, derivaría en una denuncia a la fiscalía por delito medioambiental.

Fuentes de Repsol admitieron la posibilidad de que la factoría de La Pobla de Mafumet haya causado un índice de sulfato de amonio extraordinariamente alto en el río Francolí, aunque la empresa aún no ha detectado el origen. Este producto es también un residuo de la producción de otras sustancias, por lo que las posibles fuentes son múltiples. En cualquier caso, Repsol no vierte nada al río, por lo que el contaminante pudo llegar allí por filtración o empujado por las lluvias.