Interior estudia expulsar al 'ertzaina' que disparó en su base

El Departamento de Interior del Gobierno vasco está estudiando la posibilidad de expulsar de la Ertzaintza al agente adscrito a la Brigada Móvil que el martes realizó varios disparos al aire injustificados con su arma reglamentaria y que posteriormente tuvo que ser reducido por sus propios compañeros. El agente se había reincorporado al servicio tras una condena por una agresión sexual a una compañera. Interior considera que la conducta del ertzaina exige el estudio de medidas firmes, como la expulsión, "para garantizar la seguridad de sus compañeros y de los ciudadanos".

La consejería que dirige Javier Balza calificó de "irresponsable" la actuación del agente y cree que "se ha podido ver alentada al agitarse públicamente la situación que se creó a raíz de la agresión sexual que protagonizó contra una compañera de su misma unidad", delito por el que acababa de cumplir un año de condena. Interior señaló en una nota que el comportamiento del ertzaina también se ha podido producir por "la descarada manipulación que el sindicato Erne ha realizado" de esta agresión sexual.

Erne denuncia pasividad

En este sentido, el sindicato policial aseguró ayer que la agente agredida hace más de un año por su compañero de la Brigada Móvil ha solicitado a través de los servicios jurídicos del sindicato la adopción de medidas judiciales de alejamiento para el agresor, tanto en su ámbito privado como profesional.

Erne e Interior polemizaron ayer sobre la interposición de la denuncia contra el agente agresor. La consejería que dirige Javier Balza aseguró en su nota que fue el departamento quien llevó a los tribunales la actuación delictiva. El sindicato, en cambio, sostuvo que la agente agredida contó con el asesoramiento y la representación de los servicios jurídicos de Erne, que presentó la denuncia "ante la pasividad de los responsables del Departamento de Interior". Y explica que en la propia sentencia se especifica que "es la pasividad de sus superiores jerárquicos la que induce a denunciar los hechos ante la autoridad judicial".

Por ello, Erne acusó a Interior de "irresponsable" y de "cerrar los ojos" ante una agresión sexual, "ya que el propio reglamento disciplinario le hubiera posibilitado adoptar las medidas cautelares que hubiera estimado oportunas a pesar de existir un procedimiento penal contra el ertzaina".

Interior contradijo esta afirmación al asegurar que, "ante la imposibilidad legal de evitar la vuelta del ertzaina a su unidad de origen", fue el propio departamento el que adoptó "medidas preventivas" para evitar la coincidencia del agresor con su víctima, por lo que incluyó al primero en un turno de trabajo diferente, "lo que a la postre ha evitado nuevas situaciones de riesgo para la víctima". Por último, Interior acusó a Erne de "insinuar un trato de favor hacia el agresor" por parte de sus mandos policiales.