La inclusión de Fraga en la Diputación Permanente apunta a un adelanto electoral

El PP gallego ha vuelto a mostrar que entre sus previsiones inmediatas figura la posible disolución del Parlamento autonómico para convocar elecciones con un año de antelación. En medio de la crisis que amenaza con dejar al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, sin su mayoría absoluta, los populares han presentado un escrito en la Cámara para registrar al jefe del Ejecutivo como miembro de la Diputación Permanente, el único órgano que seguiría en funciones en caso de disolución. De ese modo, Fraga se asegura continuar como diputado si decidiese anticipar las elecciones como respuesta a la rebelión del PP de Ourense.

Aunque el PP atribuyó su iniciativa a una "cuestión puramente técnica", los grupos de la oposición gallega, BNG y PSOE, tomaron nota de inmediato. "La posibilidad de elecciones anticipadas no es una entelequia", concluyó un diputado nacionalista. El Grupo Popular había presentado el martes un escrito, en apariencia intrascendente, en el que reclamaba que se sustituyese a uno de sus representantes en la Diputación Permanente del Parlamento autonómico. Los populares pedían relevar a Fernando Amarelo de Castro por el diputado Manuel Fraga Iribarne.

El portavoz del Grupo Popular, Jaime Pita, negó que la petición suponga un anuncio de que las elecciones van a ser inmediatas, aunque explicó: "No tendría sentido que si se disolviera el Parlamento, el presidente Fraga no quedase entre los miembros que figuran como diputados". Los miembros de la Cámara gallega pierden sus derechos desde el momento en que se decreta su disolución para convocar a los ciudadanos a las urnas e incluso dejan de cobrar el sueldo de diputado. Si Fraga convocase ahora elecciones sin pertenecer a la Diputación Permanente, quedaría en una situación perfectamente legal, según fuentes jurídicas, aunque un tanto extraña desde el punto de vista político: un presidente sin el rango de diputado. El Estatuto de Autonomía establece que el jefe de Ejecutivo ha de elegirse entre los miembros de la Cámara.

En anteriores legislaturas, Fraga sí había pertenecido a la Diputación Permanente, pero en esta ocasión renunció al puesto "por generosidad", según Pita, "para dar más participación" al resto de su grupo.

Regreso al trabajo

La posibilidad de anticipar en un año las elecciones previstas para el otoño de 2005 es una de las soluciones que meditan los dirigentes del PP gallego como respuesta a la amenaza de escisión que ha planteado el líder del partido en Ourense, José Luis Baltar. El riesgo de ruptura se mantiene a la espera de que la próxima semana se reanuden las negociaciones entre Baltar y Fraga, quien hoy regresa al trabajo tras dos días de baja por una gastroenteritis.

El enfrentamiento subió ayer de tono, tras la durísima arremetida del consejero de Pesca de la Xunta, Enrique López Veiga, uno de los fieles a la dirección nacional del partido enfrentado a Baltar y a su principal aliado, el antiguo delfín de Fraga, Xosé Cuiña. López Veiga señaló a los disidentes, sin dar nombres, para acusarles de tener "un patrimonio que probablemente ha crecido paralelamente a su vida política". "Lo único que está haciendo es desautorizando al presidente Fraga", le replicó Baltar. El PSOE solicitó de inmediato la comparecencia en el Parlamento de López Veiga para que explique sus acusaciones.