El PSC cierra filas con Clos, pero le pide que ahora dé prioridad a los problemas cotidianos de Barcelona

Las "virulentas" críticas de la oposición al alcalde de Barcelona, Joan Clos, han acabado blindándole como candidato para 2007. El congreso que la federación de Barcelona del Partit dels Socialistes (PSC) inicia el próximo viernes cerrará filas con Clos, aunque le pedirá que, una vez clausurado el Fórum, dedique la máxima atención a los problemas cotidianos de Barcelona y afronte los "nuevos retos" que tiene planteados. El primer secretario de la federación, el diputado Joan Ferran, aseguró que los socialistas se sienten "traicionados" por las críticas de la oposición al evento y exigió "lealtad" a Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa (ICV), socios en el gobierno municipal.

Si alguna vez alguien acarició la idea de buscar otro candidato para Barcelona en 2007, deberá esperar a una ocasión mejor. Las agrias críticas de la oposición y los reproches de los propios socios de gobierno ante la gestión del Fórum 2004 han tenido, paradójicamente, el efecto de blindar a Clos como candidato para los próximos comicios, hasta el punto de que el octavo congreso de la federación barcelonesa del PSC, que se inicia el viernes en Barcelona, será previsiblemente uno de los más plácidos de los últimos tiempos.

El primer secretario del PSC en Barcelona, Joan Ferran, afirmó ayer que los socialistas están "muy dolidos" por las críticas que Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP) han lanzado sobre el Fórum tras su clausura y habló incluso de "traición". "Se han comportado como un cazador furtivo que se esconde detrás de la hierba esperando a su presa", aseguró Ferran. El dirigente socialista, que llegó a afirmar que el líder convergente Xavier Trias ha asumido posiciones "antisistema", también tuvo reproches para ERC e ICV-EUiA, sus socios, a los que pidió que dejen a un lado el "doble lenguaje" y actúen con "lealtad institucional".

Las "virulentas" críticas a Clos han provocado un repliegue en el aparato del PSC, que ha puesto en segundo plano las reservas que su estilo de gobierno pudiera provocar. "Nadie pone en cuestión al alcalde", subrayó Ferran, quien aseguró: "El PSC se ha sentido agredido al ver que la figura del alcalde se ha puesto en el punto de mira de nuestros adversarios desde mayo", precisamente cuando más apoyo institucional precisaba por el arranque del Fórum. El jefe del PP en el Ayuntamiento, Alberto Fernández Díaz, incluso afirmó ayer que el Fórum será el "peor epitafio" de Clos.

La ponencia política que la dirección barcelonesa del PSC llevará al cónclave exige, no obstante, un giro hacia los problemas cotidianos de la ciudad. Todo se dice con gran cuidado, pero el partido reclama a Clos que una vez concluido el Fòrum, que consideran "un éxito", el consistorio ponga todo su empeño en abordar las "nuevas tendencias que la ciudad debe asumir". De los ejemplos enumerados por Ferran -limpieza en los barrios, movilidad y transporte público, nuevas tecnologías, acogida de la inmigración- se deduce que los problemas no son tan "nuevos", con lo que las sugerencias han sido percibidas como sutiles críticas a la gestión del alcalde.

Ferran precisó que algunos de estos problemas, especialmente la mejora del transporte público, son responsabilidad de la Generalitat y del Gobierno central, gobernados también por los socialistas, a los que exigió encarecidamente más inversiones en Barcelona. El PSC quiere implicarse más en la gestión municipal y del congreso saldrá un nuevo organismo, el comité territorial, que reunirá a todos los concejales y a los dirigentes de distrito del partido bajo la dirección de Clos para "discutir conjuntamente las políticas que la ciudad precisa".