La ministra anuncia para antes de 2005 la nueva ley del libro

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, mantuvo ayer, y después de entregarle el Premio Nacional de cine a Javier Aguirresarobe, un breve encuentro con los periodistas acreditados en el festival de cine donostiarra. Calvo -que celebró "el privilegio de ver la película de Woody Allen un año antes de su estreno" (Melinda y Melinda se estrenará en España a finales de octubre)- incidió ayer en la intención del Gobierno socialista de crear y defender la "excepcionalidad de la cultura".

Así, recordó que en 2004 se acaba la moratoria sobre las medidas de excepcionalidad cultural y que por ello los ministros de cultura europeos deben trabajar parar lograr preservar "su patrimonio". Anunció que a mediados de octubre estará en Shanghai en un encuentro de ministros previo al pronunciamiento sobre la diversidad cultural que se hará desde la Unesco el próximo año.

"La postura del Gobierno español es que la cultura es un bien de la dignidad humana que, aunque funciona dentro del mercado, es un servicio y un deber público obligatorio de las democracias avanzadas, un bien de necesidad básico. Mantener la excepción cultural no es por ello una medida proteccionista".

El trato especial a la cultura incluye medidas como la rebaja fiscal de los bienes culturales. "La batalla del IVA será larga, pero nuestro objetivo es lograr el 0% de IVA para libros y periódicos, como sucede en el Reino Unido".

Sobre la futura ley del libro, que la ministra espera tener antes de finales de 2005, incluirá medidas de defensa de la red de librerías, en manos de pequeños y medianos libreros, así como planes de fomento de la lectura. Calvo salió al paso de las recientes polémicas declaraciones del director general del Libro, Rogelio Blanco, en las que éste afirmaba que la futura ley del libro establecería el precio único de los libros "sin excepciones" y desaparecerían los descuentos.

"Las palabras del director general del Libro forman parte de la normalidad de la política, en la que los políticos expresan sus opiniones, y a veces se equivocan y rectifican. Una cosa es equivocarse en lo que se dice y otra muy diferente, y más grave, en lo que sea hace".