Los gruistas aseguran que retiran una media de 700 vehículos diarios

Las carreteras vascas se van despoblando de coches averiados y accidentados. Los empresarios de grúas, que el sábado reanudaron su actividad, dicen que están retirando una media de 700 vehículos diarios, según su representante Joaquín Herrero.

La asociación vasca de asistencia en carretera acudirá a la reunión prevista hoy en Madrid con la patronal de las aseguradoras Unespa para constituir la mesa sectorial de negociación. Acuden con "escepticismo" sobre el resultado de esta cita y dan "un margen de confianza" de 15 días para resolver sus diferencias, agrega Herrero, representante de Abeac, la asociación vasca de empresarios de grúas. De lo contrario, convocarán un nuevo paro.

Los empresarios de remolques de Euskadi van a intentar negociar "una por una" con las aseguradoras para tratar de llegar a un acuerdo sobre las tarifas para lo que resta de este año, indicó Herrero. Los gruistas están dispuestos a cobrar directamente sus servicios a los clientes de las aseguradoras que no alcancen un acuerdo.

Herrero recuerda que hasta ahora han venido cobrando entre 22 y 24 euros por retirar un vehículo, un precio que dista mucho de la tarifa que reclaman -entre 55 y 65 euros-.

El reinicio de la actividad de las grúas en Euskadi, tras el principio de acuerdo alcanzado en la madrugada del sábado con las aseguradoras, motivará la masiva llegada de vehículos estropeados a los talleres de reparación.

Los responsables de estos talleres se preparan para el aluvión de coches, que ya ha comenzado en forma de goteo y tratan de multiplicar sus servicios a los clientes para sobrellevar del mejor modo posible la demora en las reparaciones, informa Efe. Muchos mecánicos y chapistas han abierto una lista de espera para atender a sus clientes.

Entre la ampliación de los servicios a los afectados por el paro de los gruistas figura el incremento del número de coches de sustitución que son prestados por los concesionarios mientras dura la reparación. Algunos de estos establecimientos han tenido que habilitar espacios de la exposición que antes se destinaban a vehículos de ocasión para albergar los turismos que lleguen a sus instalaciones transportados por las grúas. Representantes de empresas de grúas, por su parte, destacaron que la situación más grave es la de los viajeros extranjeros que ahora deben gestionar el envío del coche a su país de origen.