La presidenta, ausente

Esta mañana me he desayunado con la noticia del reconocimiento en París a los combatientes republicanos que contribuyeron a su liberación. En este acto de reconocimiento a los luchadores por la libertad, han participado representantes de los gobiernos autónomos de Cataluña, País Vasco, Asturias y el presidente del Senado, que con su presencia han simbolizado el reconocimiento por parte de la España democrática y autonómica de su deuda moral con los compatriotas que combatieron, en Francia y España, contra el fascismo.

Ante su ausencia, mi primera pregunta ha sido: ¿no había ningún madrileño combatiente de la Novena Compañía de la División Leclerc siendo casi todos sus componentes republicanos españoles?

Enseguida recordé su procedencia ideológica y me vino a la memoria cuando el ministro de Asuntos Exteriores de la Alemania nazi le pregunto al ideólogo Ramón Serrano Suñer: "¿Qué hacemos con estos españoles prisioneros en la Francia de 1940?", respondió: "Ésos no son españoles, son rojillos, que los fusilen al amanecer".

Recordé su cicatería, cuando fue presidenta de las Cortes Españolas, con los Brigadistas (luchadores por la libertad); recordé sus descalificaciones en las últimas elecciones generales; recordé que la gente que no le importa mentir y difamar para justificar la agresión a un pueblo soberano; recordé que no es la presidenta de todos los madrileños, más bien la de los madrileños que ganaron la Guerra Civil, que como ellos, si no pueden ganar en las urnas, se sublevan, aunque no le hizo falta recurrir a la fuerza bruta, le bastó con la fuerza de los ladrillos.

Ahora ya sé el porqué de su ausencia de París. Debe pensar... ¡¡no son españoles, son rojillos!!