Los populares aceptan de buen grado negociar la financiación de los partidos

El PP respondió ayer al PSOE que está dispuesto a atender su propuesta de negociar con buen ánimo la reforma de la Ley de Financiación de Partidos Políticos, una predisposición que también han expresado el resto de partidos. Los socialistas hicieron llegar días atrás al PP la oferta de intentar consensuar, a partir de septiembre, esta ambiciosa reforma, paralizada cuando en 1999 se rompieron las negociaciones que se venían celebrando en el Congreso. El desacuerdo saltó entonces cuando el PP no aceptó la desaparición de las donaciones anónimas.

El diputado Jaime Ignacio del Burgo, que participó en aquellas conversaciones, aseguró ayer que no habrá "ningún problema" para consensuar ahora con el partido en el Gobierno esta reforma, en la que el PSOE plantea suprimir las ayudas de las empresas y las donaciones anónimas de particulares. Añadió que el PP es una formación "transparente y saneada" que se nutre básicamente de dinero público.

En declaraciones a Efe, Del Burgo advirtió de que, en cualquier caso, no aceptarán "lecciones del PSOE" después del caso Filesa (irregularidades en las cuentas del PSOE), y lamentó que éste no les haya enviado aún el borrador que ha elaborado. Según Del Burgo, si en 1999 no se consiguió un acuerdo para que las aportaciones fueran nominativas, transparentes y fiscalizables en su totalidad fue porque los entonces socios nacionalistas del PP (PNV y CiU) pusieron reparos a la posible eliminación de la financiación privada.

Coexistencia

CiU y el PNV también se muestran ahora predispuestos a abordar la reforma de la ley. Fuentes de ambas formaciones subrayan no obstante que la financiación pública debe coexistir con la privada. El diputado Jordi Xuclà (CiU) admitió sin embargo que el debate sobre los donativos anónimos debe "integrarse en el paquete negociador" y dejó claro que "los ciudadanos tienen que saber de dónde viene y a dónde va el dinero", concluyó.

Josep Antoni Duran, líder de Unió Democràtica (UDC) -formación que está siendo investigada por supuesta financiación irregular con el caso Pallerols- lamentó que el PSOE aún no les haya sondeado. "Estaremos encantados de hablar de ello muy a fondo y de encontrar la solución conjuntamente, con el consenso que requieren este tipo de cosas", explicó.

ERC va más allá y presentará en septiembre una propuesta legislativa propia, que a grandes rasgos coincide con la del PSOE. La propuesta de los republicanos pretende acabar con los donativos anónimos y en cambio sugiere desgravaciones fiscales para los donativos transparentes. Izquierda Unida, que apenas recibe donativos privados, hace años que pide una reforma para reforzar la financiación pública.