La rocambolesca historia de la turca Ayhan en un cuarto de baño

Sureyya Ayhan, turca, 25 años, entró en el atletismo mundial como una loca que despistaba a todas cuando apretaba a correr en cabeza y destacada desde los primeros metros en las carrera de 1.500 y se ha ido -aun momentáneamente- protagonizando una rocambolesca historia en la que se mezclan su marido y entrenador, llamado Yucel Kop, una pareja de inspectores antidopaje y dos misteriosos frascos de orina en un cuarto de baño de un domicilio turco.

A Ayhan, su táctica salvaje acabó dándole buenos resultados y los títulos de campeona de Europa en Múnich 2002 y subcampeona del mundo en París 2003. Por lo tanto era una de las favoritas olímpicas, con lo que tanto su decisión de no competir apenas en los circuitos internacionales fuera de Turquía esta temporada -diciendo que quería preparar los Juegos sin moverse de casa ni un día- como el anuncio de primeros de agosto de que sería baja en los Juegos por un tirón muscular, no pasaron inadvertidos.

Tampoco su progresión y su introversión dejaron indiferentes a los inspectores de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), quienes decidieron someterla a un control sorpresa. La tarea fue imposible por una serie de circunstancias que aún hoy son confusas.

Por lo que ha transcendido de unos hechos que investiga la federación internacional (IAAF), al principio otra mujer intentó suplantara a Ayhan presentándose ante los inspectores, quienes se percataron del engaño al ver la diferencia en las firmas. Después, cuando estaban con la verdadera Ayhan en su cuarto de baño se percataron de que la deportista tenía dos frascos de orina en la mano. Cuando le pidieron que les entregaran ambos, Ayhan vació uno de ellos. En ese momento, entró su marido en acción. "Sí, lo siento, me comporté un poco agresivamente hacia los inspectores", declaró, en una confesión escrita, después Kop, quien desmintió que su mujer estuviera haciendo trampas.

El marido confesó que entró en el baño para echar de allí a empujones al inspector masculino y que después encerró dentro a la inspectora con su esposa.

La misma frustración que con Ayhan sienten la AMA y la IAAF con otros dos atletas a quienes no logran someter a control antidopaje. Se trata de los velocistas griegos Konstadínos Kentéris, campeón olímpico de 200 metros, y Katerina Thánou, subcampeona olímpica de 100, quienes nunca están donde dicen estar. Los inspectores les han buscado en medio mundo, desde Tel Aviv hasta México, en lugares en los que dicen estar y de los que desaparecen cuando llegan a buscarlos. Ni rastro de ellos, pese al cerco de sus perseguidores.