Una empresa jordana sale de Irak para salvar a 2 secuestrados

La crisis de los secuestros tuvo ayer una nueva rendición. Una empresa jordana que trabajaba para el Ejército de EE UU anunció que deja de operar en Irak en cumplimiento de las exigencias de los secuestradores de sus dos camioneros. El grupo que retiene desde el lunes a los empleados amenazó con decapitarlos si la compañía seguía colaborando con las fuerzas de ocupación. La Embajada de EE UU no ha querido comentar oficialmente la decisión de la empresa, pero, en privado, los norteamericanos continúan profiriendo duras críticas contra la retirada de las tropas filipinas.

Cada día aparece una nueva banda de secuestradores y cada día son más exigentes sus peticiones. Ayer, un autodenominado Grupo de la Muerte amenazó con atacar cualquier vehículo que transite por la carretera que une Jordania con Bagdad e indicó que la prohibición de circular afecta tanto a estadounidenses como a jordanos.

Mientras, un civil iraquí resultó muerto y 14 soldados norteamericanos heridos por los disparos de mortero realizados a primera hora de la mañana de ayer contra la llamada zona verde, la parte del centro de Bagdad ocupada por las tropas y la Embajada de EE UU, además de la británica y el nuevo Gobierno iraquí. Uno de los cinco proyectiles de mortero se desvió y cayó en el distrito Saliya, donde mató a un barrendero.

A última hora de la noche anterior y a 30 kilómetros al sur de Bagdad, en la ciudad de Mahmudiya, era asesinado a tiros el director del hospital de la localidad. Kasem el Abadi se dirigía en coche a su casa tras finalizar su trabajo en el hospital cuando le dispararon.

Por otra parte, un portavoz anunció oficialmente que la Conferencia Nacional que debía comenzar hoy se retrasará hasta el sábado 31. Esta asamblea de mil notables tiene como fin elegir un Consejo Legislativo que actuará como Parlamento interino hasta la celebración de las elecciones generales previstas para enero.