Reino Unido suprimirá 20.000 empleos en el Ejército

El Gobierno británico anunció ayer una reducción de 20.000 personas en su Ejército en los próximos dos años y medio. Los ahorros de personal -la mitad militares y la mitad civiles que trabajan para el Ejército- permitirán incrementar las inversiones en alta tecnología necesarias para que el Ejército británico pueda trabajar con más facilidad con su homólogo estadounidense, especialmente en materia de comunicaciones.

El ministro del Tesoro, Gordon Brown, había anunciado la semana pasada un incremento del gasto militar de un 1,4% en términos reales, pero con la condición de que el Ministerio de Defensa fuera capaz de producir unos ahorros equivalentes a 4.200 millones de euros en el ejercicio fiscal 2007-08.

El ministro de Defensa, Geoff Hoon, presentó ayer en los Comunes sus propuestas de reforma, que pasan por la reducción de la Fuerza Aérea de 48.500 a 41.000 miembros, la Marina pasará de 37.500 a 36.000 miembros y el Ejército de Tierra se quedará en 102.000 soldados frente a los 103.000 actuales (108.000 si se incluye a los reclutas en periodo de instrucción). La Marina desmantelará 12 buques, la infantería disolverá cuatro batallones y trasladará de Irlanda del Norte a Inglaterra otros dos y la Fuerza Aérea perderá tres escuadrones aéreos y cerrará la base de Coltishall, en Norfolk, en diciembre de 2006.

Críticas de la oposición

La reforma fue calificada de "traición política y moral" por el portavoz de Defensa de la oposición tory, Nicholas Soames, en cuya hoja de servicios figura en lugar destacado su mayor mérito: ser nieto del legendario Winston Churchill. El ministro Hoon, en cambio, la definió como el camino para "modernizar la estructura de nuestras fuerzas armadas, adoptar las nuevas tecnologías y centrarnos en los medios por los que nuestras fuerzas armadas pueden trabajar junto a otras agencias del Gobierno para afrontar la amenaza del terrorismo internacional y las fuerzas que provocan la inestabilidad en el mundo".

La oposición liberal, crítica con la propuesta de reducir personal en beneficio de la tecnología, recordó que "Irak nos ha demostrado que ganar la paz necesita de más tropas sobre el terreno que ganar la guerra".

El objetivo de la reforma es transformar un ejército del siglo XX en un ejército del siglo XXI, en el que las tecnologías de comunicación permitan unir en tiempo real a todos los elementos de las fuerzas, desde los aviones de carga hasta cada uno de los soldados desplegados sobre el terreno. Ese objetivo se quiere alcanzar en tres etapas. La inicial consiste en la mejora de las comunicaciones de los equipos actuales. La de transición (hacia 2015) contempla la integración. La etapa madura (2020-30) aspira a sincronizar todas las piezas posibles de las capacidades militares.