El dimitido pide respeto para su tiempo libre y su vida privada

"He presentado mi dimisión y he pedido disculpas al consejero y al Gobierno por los perjuicios causados", proclamó ayer Juan Carlos Alía, al tiempo que solicitaba respeto "para mi tiempo libre y mi vida privada", dijo, "y la de las personas que me acompañaban". El hasta ahora alto ejecutivo del Gobierno Matas negó con insistencia que sus antiguos superiores políticos acudieran con él al club de alterne moscovita.

Alía era una cara nueva en el Gobierno balear, con sólo un año en el cargo. Ex directivo del poderoso grupo turístico alemán TUI, se significó por su oposición al anterior Gobierno, presidido por el socialista Francesc Antich, y cooperó en su desgaste internacional por la implantación de una tasa de estancia para turistas. En su regreso al Gobierno, en junio de 2003, Matas se hizo acompañar de Alía, amigo del consejero de Turismo, Juan Flaquer. En la expedición a Moscú del 24 al 26 de febrero pasados, además de Matas, Flaquer y Alía, figuraban el jefe de gabinete del consejero, Francisco Salas; el responsable de prensa José Negrón y un policía de escolta. El séptimo era un traductor contratado en la capital de Rusia.