Braga, un estadio a plazos

En Portugal dicen que es una "obra de arte" de 90 millones de euros construída expresamente para que sólo se jueguen dos partidos de la Eurocopa. Se refieren al estadio municipal de Braga, que ayer albergó su primer encuentro de este torneo: el Bulgaria-Dinamarca.

Parece inacabado, con sólo dos altas gradas laterales, pero lo firma el eminente arquitecto luso Eduardo Souto de Moura, autor, por ejemplo, del metro de Oporto y de la reforma del monasterio de Santa María do Bouro. Aunque los dos fondos coinciden con una gran pared de roca desnuda del monte Castro y con un simple descampado, el estadio es, según expertos, una auténtica pieza de diseño. Los techos de sus dos tribunas están sujetos el uno al otro por cables de acero que sobrevuelan el terreno de juego.

El de Braga es uno de los siete estadios, del total de 10 de este torneo, levantado expresamente para la cita deportiva. Inaugurado el 30 de diciembre de 2003, tras tres años de trabajos, con un Sporting de Braga-Celta, su construcción ha estado rodeada de una fuerte polémica. El coste final de la obra fue, según un informe contable, un 180% superior al presupuestado inicialmente.

Este desfase parece haber trastocado las cuentas del Ayuntamiento de la ciudad. El mismo informe señala que el nuevo estadio de esta población, situada a una hora de trayecto de Galicia, es el culpable del 78% de la deuda que soporta el municipio.