Rabanera, abierto a una reforma consensuada del Estatuto

Los diputados generales de Álava y Guipúzcoa, Ramón Rabanera (PP) y José Juan González de Txabarri, sostuvieron ayer ante la ponencia parlamentaria del plan Ibarretxe dos posturas totalmente contrapuestas sobre la incidencia que el proyecto tendría sobre los territorios y los derechos históricos.

Mientras Rabanera aseguró que coarta la autonomía y las competencias de las instituciones forales y vulnera los derechos históricos, recordando que las Juntas Generales de Álava se han opuesto en cuatro ocasiones a él y que la Diputación Alavesa tiene planteado un recurso contra la propuesta por ese motivo, González de Txabarri negó que los merme y aseguró, por el contrario, que las tres provincias tendrían con él "un marco competencial más amplio que el actual". "Pretender que lesiona los intereses de alguno de los territorios es manipular interesadamente su espíritu y literalidad", dijo el diputado general guipuzcoano, que acusó a su homólogo alavés de hablar "más como militante del PP". Pese a revalidar sus críticas al plan, ya expuestas en anteriores comparecencias, Rabanera se mostró abierto a una reforma consensuada del Estatuto de Gernika, cuya plena validez sostuvo. El diputado general de Álava explicitó sus condiciones: que la iniciativa no sea unilateral, como considera que ha sido el proyecto de Ibarretxe; que se aborde en un contexto de normalidad que permita la expresión en igualdad de todas las posturas; que sea refrendado por los tres territorios históricos y logre al menos el grado de consenso y respaldo del Estatuto en 1979.

Txabarri, por su parte, desempolvó un argumento que hace tiempo no se escuchaba en el mundo nacionalista: la virtualidad del proyecto en el terreno de la pacificación. Pese a reconocer que el plan "no es un elemento que por sí mismo instaure la paz", Txabarri sostuvo que "puede contribuir" a desactivar legitimaciones rupturistas.