La oposición achaca la crisis a la injerencia política del PP

Sobre un promontorio abrasado por el fuego, con magníficas vistas a la bahía de Benidorm, se levantaría un gran parque temático. Con estas palabras, el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, anunciaba el lanzamiento del que ha sido su proyecto más personal. Cuatro años después de la apertura, el parque está en crisis.

Los partidos políticos valencianos en la oposición lamentaron el desenlace. Los socialistas subrayaron que la suspensión es la "crónica de la muerte anunciada de un proyecto más político que empresarial". Según su portavoz, Ricard Torres, Terra Mítica acumula muchos errores desde su apertura: el sobrecoste de la inversión inicial, los cientos de millones de pérdidas anuales, así como el contrato "leonino" suscrito con Paramount. El socialista criticó a Zaplana por arriesgar el dinero público en un proyecto mal gestionado desde el principio y apostó por buscar una solución "con más humildad y más rigor empresarial", pues está en juego el empleo.

Joan Antoni Oltra, diputado de Esquerra Unida-L'Entesa, agregó que la suspensión era inevitable y la mejor solución si se pretende evitar la quiebra y hacer que el parque siga funcionando. Oltra reclamó responsabilidades políticas a Zaplana y al PP "por este desastre" y se mostró partidario de la continuidad del parque como negocio privado y sin la participación de la Generalitat.

El presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll (PP), defendió el proyecto e insistió en que "su situación económica dentro del sector es "envidiable" y su viabilidad "está garantizada". La Generalitat se pronunció en el mismo sentido.