Dos testigos incriminan al acusado en el juicio del crimen de Elgeta

Dos testigos que declararon ayer en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Guipúzcoa contra Aitor Mendicute, acusado del asesinato de la estanquera de Elgeta, Arrate Elkoro Tellería, le incriminaron directamente al afirmar que la mujer, antes de fallecer, repitió varias veces su apellido, señalándolo como su agresor. Los testigo de cargo son el dueño del hotel que acoge el bar donde se refugió la propietaria del estanco tras haber sido mortalmente acuchillada, y su hija. Ambos reconocieron en la vista oral que la mujer entró en su establecimiento, distante unos diez metros del estanco, muy pálida y tambaleándose, mientras gritaba "¡Mendicute, Mendicute¡". Estas fueron las únicas palabras que pronunció antes de apoyarse en la barra y caer al suelo mortalmente herida.

Además de estos testimonios, una amiga íntima de la víctima declaró también que la fallecida le había confesado que tenía "mucho miedo" del acusado, que solía acudir con frecuencia a comprar tabaco y, en alguna ocasión, le había mostrado un cuchillo que guardaba en una bota mientras le decía que siempre iba preparado "por si acaso". El temor que sentía la fallecida hacía su agresor fue ratificado posteriormente por el marido, las dos hijas y otro amigo de la estanquera.