La restauración de un gran mural que Ibarrola pintó en 1962 concluirá en junio

El albañil Matías Martínez construía un bar restaurante en Sestao en el año 1962. Casi finalizado el trabajo se le ocurrió llamar a su amigo, un joven pintor, para que le hiciera un mural en la pared del fondo del bar. Aquel amigo era Agustín Ibarrola.

El bar pasó de un dueño a otro, fue sede del Partido Comunista de España (PCE) y al final, una tienda de muebles. El humo y algún gamberro con la punta del paraguas fue deteriorando el mural. Cuando el propietario de la tienda de muebles decidió ampliar el local hace un par de años se dio cuenta de que era necesario rescatar la obra de Ibarrola.

El Ayuntamiento de Sestao estuvo de acuerdo y se puso en contacto con la Facultad de Bellas Artes de la UPV, cuyo departamento de restauración lleva trabajando en el mural desde 2002. Para trasladarlo desde la lonja a la universidad hubo que partirlo en nueve trozos. El mural, de 3,86 metros de largo por 1,60 metros de alto, recoge escenas del movimiento obrero de la época con imágenes de la Ría y Altos Hornos. Se ensamblará sobre paño con fibra de vidrio.

Una treintena de estudiantes de Bellas Artes, supervisados por el profesor Fernando Baceta, ha realizado los trabajos de restauración que, con toda probabilidad, finalizarán en junio. Si esto es así, el Ayuntamiento de Sestao desearía inaugurar "solemnemente" el mural en su nuevo emplazamiento coincidiendo con el día del patrón de la localidad, San Pedro, el 29 de junio.

Alberto Lozano, alcalde de Sestao, afirmó ayer que desean que Agustín Ibarrola vuelva a firmarlo. Se instalará en el Salón de Plenos o en la Biblioteca Municipal. "Queremos que esté en un sitio visible y visitable", indicó.