El interventor de Parmalat empieza a negociar con los bancos el rescate del grupo

El comisario administrador de Parmalat, Enrico Bondi, se reunió ayer por primera vez con los bancos acreedores del grupo. El fin del encuentro, celebrado en un hotel milanés, era hablar de la situación de Parmalat tras la suspensión de pagos de diciembre y el descubrimiento de una deuda de más de 14.000 millones de euros que no se contabilizaba en los balances.

Bondi también quería exponer el borrador del plan de viabilidad, en el que se incluye una reducción del pasivo por la vía de convertir en acciones parte de la deuda bancaria. La reunión, que duró casi tres horas, dejó insatisfechos a los asistentes. "Bondi nos ha dicho cosas que ya sabíamos por los periódicos; hemos perdido el tiempo", declaró un ejecutivo de un banco a la agencia Ansa.

El administrador explicó que el plan de reestructuración debería estar listo en septiembre y podría aplicarse desde principios de 2005. Ese plan incluye la venta de activos en 20 países, entre ellos EE UU, la reducción de la plantilla mundial de 32.000 a 17.000 empleados, y la concentración de la actividad en el sector lácteo y el zumo de frutas, eliminando bollería y precocinados. Bondi también invitó a los bancos acreedores a unirse en un sindicato.