Relevo al otro lado de la plaza

Se van, pero no del todo. Era la sensación que se respiraba ayer en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona en un singular acto para dar la bienvenida a los nuevos gerentes municipales en sustitución de los que han pasado a ocupar cargos del Gobierno catalán. En total, 18 altos cargos municipales han dejado el consistorio para incorporarse a la Generalitat, y algunos de ellos acudieron al Saló de Cent. Por ejemplo, el ex gerente municipal, Ramón Seró, ahora director de la Autoridad del Transporte Metropolitano; Ramón García Bragado, ex gerente municipal de Urbanismo y ahora secretario general de Presidencia, y Jaume Gallofré, ex director de los servicios jurídicos del Ayuntamiento, que desde hace dos meses desempeña parecida responsabilidad en la Ganeralitat. Sólo uno ha hecho el viaje inverso: Ramón Massaguer, actual gerente de Urbanismo municiopal y antes director del Instituto Catalán de la Salud (ICS). El peso del Gobierno tripartito en ambos lados de la plaza de Sant Jaume se notaba.

De ello se habló tanto en los parlamentos como en los corrillos. Gallofré, por ejemplo, reconoció que todavía se le hacía extraño estar fuera del Ayuntamiento -en el que ha trabajado más de 20 años- y que, en su opinión, el consistorio es una administración "más moderna" que la Generalitat.

Seró se refirió a la gran ventaja de haber estado en el Ayuntamiento para asumir la que desde ahora será su responsabilidad: gestionar el transporte metropolitano. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, mostró su satisfacción por el hecho de que el Ayuntamiento haya sido una de las fuentes del nuevo Gobierno. Pero añadió: "Espero que os acordéis del Ayuntamiento porque esto no es gratis".