"Quiero reconocimiento, no cariño"

Es poco probable que Luis Figo resista la llegada de otro galáctico al Real Madrid. A pocos meses de cumplir 32 años el jugador portugués quiere firmar el último gran contrato de su carrera y para el Madrid puede que no sea un buen negocio renovarle el que ya tiene, que termina en 2005. Hace meses Figo le comentó al presidente madridista, Florentino Pérez, que no descarta la posibilidad de dejar el club antes de cumplir su actual contrato. Por primera respuesta, el jugador obtuvo una negativa a dejarle marchar libre. Pero si el club ficha a dos jugadores de alto perfil mediático el próximo verano -algo que no descarta Florentino Pérez-, entonces puede que Figo obtenga libertad para negociar su fichaje por otro equipo. Como dijo en una entrevista publicada ayer por el periódico deportivo portugués, A Bola: "No busco manifestaciones de cariño porque el Real Madrid no es una institución de caridad; sólo quiero el reconocimiento de mi trabajo".

Cuando Figo explicó las razones de su salida del Barcelona, en 2001, dijo que no se marchó por dinero sino por reconocimiento. "Reconocimiento" es un eufemismo que los futbolistas han incorporado a su vocabulario para referirse en público a una serie de condiciones básicamente contractuales, sobre todo relacionadas con la satisfacción de ingresos económicos. Algo que Zidane ha logrado en el Madrid, puesto que Pérez pretende renovarlo hasta su retirada.

Hasta el momento Figo y Pérez han mantenido una amistad extraordinaria, rara porque el presidente se distanció del vestuario por principio.El fichaje de Beckham, sin embargo, desencadenó las suspicacias y la sospecha entre los cuadros directivos madridistas de que Figo tenía celos del inglés. El hecho de que Figo y Beckham -que hoy se miden en un Portugal-Inglaterra en el Algarve- se pasasen poco la pelota también inquietó al club, pero la aparente desconexión parace reestablecida tras alcanzar un punto caliente en el partido Betis-Madrid. "Espero que [Pérez] siga siendo mi amigo", respondió Figo en una entrevista concedida a la Ser. Sea como fuere, el jugador deja entrever en A Bola que no se siente poca cosa: "Con la llegada de Beckham no perdí nada; tengo mi prestigio y funciones en el equipo. Sobre futuro apuntó: "Eso pertenece a Dios, pero soy yo quien tiene la última palabra.

Si no jugase en el Madrid lo haría en otro lado, no forma parte de mí acomodarse".