"El 'plan' es el pago de un chantaje"

El manifiesto de la convocatoria fue leído al término de la manifestación por Vanesa Vélez, la única concejal del PP en Lasarte (Guipúzcoa), en castellano, y por Jon Azkue, sindicalista de CC OO, en euskera. Vélez agradeció a los presentes que se hubiesen "sacudido el miedo" para asistir a la marcha, y Azkue finalizó su parlamento con un "gora libertad".

El texto, el mismo que ¡Basta Ya! difundió en noviembre al convocar la marcha, destaca que el plan Ibarretxe-"una voladura desde dentro" del Estatuto y una "revocación de los planteamientos constitucionales"-encierra "un equívoco perverso": no decir "qué es y cómo se logrará la ausencia de violencia que permitiría su libre debate". Y añade: "¿Es la ausencia de violencia requisito para que el plan pueda ser debatido, aceptado o rechazado, o más bien es la aceptación del plan el requisito para que acabe la violencia..., al menos por ahora? ¿Nos veremos los vascos no nacionalistas y los demás españoles libres de la amenaza terrorista después de haber acatado el plan, o acabará la violencia antes para que de veras podamos decidir libremente..., incluso en contra de dicho plan? Porque, evidentemente, en el primero de los supuestos", el plan "no es una propuesta democrática, sino la enunciación obligatoria del pago de un chantaje político".

El texto apunta que "si el lehendakari y quienes le secundan desean realmente la convivencia" deben concentrarse "en lograr por todos los medios" el final del terrorismo; "es decir: la derrota de ETA, su abolición y su pleno desarme". Sólo entonces, y tras "un periodo de normalización política" con plena "libertad de expresión de todas las opciones no violentas", será "el momento oportuno para que quienes deseen un nuevo marco institucional hagan sus propuestas"."No hay proyecto democrático posible si se aprovecha con ventajismo descarado el chantaje de la violencia", concluye.