AVE

¿Tendremos AVE algún día? ¿Llegará el momento en que podamos ir de Valencia a Madrid "en menos que canta un gallo"? La verdad es que el espectáculo que están dando nuestros políticos es de lo más lamentable, por ser suave en el calificativo. Aquel señor que "voló" a Madrid dejando endeudado el País Valenciano, gracias a su megalomanía con su obsesión por gastarse el dinero en obras faraónicas, para epatar al personal, nos había dicho que para el 2004 tendríamos el AVE. Ahora, su correligionaria doña Loyola de Palacio nos anuncia que, en los proyectos de infraestructuras a realizar para su puesta en funcionamiento en 2010, no figura nuestro tan traído y llevado AVE. Sí estará el Madrid-Lisboa que, como quien dice, se acaban de sacar de la manga. ¿Qué pasa? ¿Acaso no gobierna aquí el PP? ¿Y para qué nos sirve? ¿Tan poco peso tienen en Madrid los políticos valencianos del PP que permiten que sus jefes les estén toreando de mala manera? ¿No se dan cuenta del ridículo en que les están dejando sus correligionarios del Gobierno de Madrid y de la Comisión Europea de Bruselas? Nos dice el president de la Generalitat que "el AVE Madrid-Comunidad Valenciana es ya una realidad que se está construyendo a un ritmo excepcional mientras que la línea Madrid-Lisboa es un proyecto de futuro". ¡Hombre!, un proyecto de futuro al que ya le han puesto fecha: 2010. ¿Qué fecha tiene asignada el AVE Madrid-Valencia para su puesta en servicio? Nadie lo sabe. La alcaldesa nos dice que, "si se consigue la Copa América de Vela", espera "que el AVE llegue a Valencia en el 2007"". Bueno, es una apuesta, una hipótesis voluntarista. Dice Camps que el AVE es ya una realidad porque se está construyendo. Pero, ¿sin fecha límite para su finalización? A ver si estas obras del AVE nos van a durar més que l'obra de la Seu. En fin, que entre cartageneros morenos y políticos valencianos que no saben o no quieren -por temor a sus superiores- ejercer con rotundidad de eso, de valencianos, este pueblo nuestro se encuentra como siempre, gobernado por gente que ni chicha ni limoná. Buena gente, sin duda, pero incapaces de plantar cara y exigir cuando haga falta. Como siempre.