La baja producción saudí dispara el precio del crudo a más de 29 dólares

El precio del barril de petróleo ya se ha incrementado en torno a cuatro dólares entre el 19 de septiembre y ayer ante la expectativa cada vez más acuciante de que haya escasez de crudo a medida que avance el invierno en el hemisferio Norte. La escalada se afianzó el pasado 24, cuando la OPEP, sorpresivamente, decidió recortar su producción conjunta en 900.000 barriles diarios, hasta un máximo de 24,5 millones.

El inesperado recorte fue suficiente para impulsar en un primer momento el precio del crudo, pero si la cotización afianzó su escalada fue porque el mercado comenzó a sospechar en estos días que la OPEP tiene serias intenciones de impulsar los precios rebajando la oferta. Ayer se conoció que Arabia Saudí había dejado de extraer 200.000 barriles diarios entre agosto y septiembre, y Venezuela y Nigeria otros 80.000 entre ambos. Los dos primeros países llevan la voz cantante en la política de recortes de producción y se espera de ellos el ejemplo. Así que si ellos bajan su producción, es probable que el resto los secunde. A todo esto, los recortes aprobados hace dos semanas todavía no han entrado en vigor, lo harán a partir del 1 de noviembre.

Este repentino cumplimiento de las cuotas por parte de los pesos pesados de la OPEP se unió a los problemas de un tercer miembro, Nigeria. El sector petrolero nigeriano viene registrando serios problemas en lo que va de año. En marzo hubo enfrentamientos en la zona petrolera del delta del río Níger (donde operan las compañías Shell, Exxon-Mobil y TotalFinaElf) entre la etnias ijaw e itsekiri y, al mismo tiempo, entre el primer grupo y el Ejército nigeriano. Más tarde, en julio, hubo una huelga general y ahora se ha convocado otra por tiempo indefinido que arranca la medianoche del jueves.

Entre los recortes voluntarios de saudíes y venezolanos y los no tan voluntarios de la industria nigeriana el mercado teme que pueda haber escasez de crudo y más aún en el mercado estadounidense, puesto que los tres países, junto a Canadá y México (ajenos a la OPEP), son los cinco mayores exportadores de petróleo a EE UU, el mayor importador del mundo.