Marina Bollaín se inspira en Alberti para una ópera

La directora de escena Marina Bollaín vive en Berlín. Extraña España y por eso entendió muy bien la obra de Rafael Alberti, salvando las distancias, del exilio forzoso del poeta. Ello la llevó a idear la ópera de cámara Cuerpos deshabitados que se representa

hoy y mañana en la Residencia de Estudiantes de Madrid. "Es un cuento con imágenes inspiradas en Sobre los ángeles, de Alberti, la Guerra Civil, la represión, los campos de concentración y en los relatos y cartas de las víctimas del exilio. Imágenes iluminadas por la música abstracta y sugerente de José María Sánchez-Verdú", ha escrito Bollaín.

Hace un año, coincidiendo con el centenario del nacimiento de Alberti, el Ministerio de Asuntos Exteriores propuso a Marina Bollaín montar un espectáculo sobre el poeta. Le dio vueltas a la idea y al final optó por no representar una obra concreta o un recital de su poesía, sino por un espectáculo de cámara más facil de llevar en noviembre de gira por Argentina, Uruguay, México, Chile, Perú y Costa Rica.

"No he utilizado textos de Alberti, pero quiero que quede claro que su obra está por encima. Después de haber readaptado La Verbena de la Paloma me apetecía empezar de cero", explica en referencia al espectáculo multilingüe que montó el año pasado en Berlín. En la función actúan una bailarina y una soprano, una orquesta de cinco músicos y un coro de seis ángeles, que cambia según el país donde se interprete. "Vamos a tener que improvisar mucho. Habrá un taller en el que trabajaremos las escenas tres días, que es poco tiempo, pero es una buena experiencia", prosigue. "Son unos ángeles surrealistas y malignos, mezclados con el fascismo".

Cuerpos deshabitados se estrenará también en el Festival de Música Contemporánea de Berlín Ultra-Schall el próximo enero. Su compositor, José María Sánchez-Verdú

, vive, como la directora, en esa ciudad. "Son ocho piezas. Algunas las compuse en 1996 y dos las terminé hace apenas dos semanas. En mi música los instrumentos no suenan de la manera tradicional y crean una masa sonora muy poética. Yo no intento hacer música de cine, pero muchos cineastas ven en ella imágenes sonoras", afirma. "La música es sugerentemente abstracta, no marca qué poner en escena", añade Bollaín, que llevó a los escenarios berlineses la zarzuela Adiós, Julián.

"Hay mucho de Alberti en Cuerpos deshabitados, aunque no de manera obvia; la protagonista, por ejemplo, es una mujer".