La niña hallada en la basura, en buen estado de salud

Mercè, la niña que el martes de madrugada fue hallada por unos panaderos del barrio de Sants de Barcelona en el interior de un contenedor, celebró ayer su primera onomástica "con buena salud".

Aunque ayer ya había recuperado la temperatura -cuando fue hallada sufría una leve hipotermia- y no presentaba dificultades respiratorias, los médicos del servicio de neonatología del hospital de Sant Joan de Déu decidieron mantenerla hasta hoy en la incubadora como medida preventiva. "Es una niña muy sana", dijo el pediatra de guardia que la atendió ayer, Martí Iriondo, quien destacó que la pequeña pasó el día "muy tranquila y sin apenas llorar". La niña seguirá unos días el tratamiento con antibióticos para evitar que desarrolle una infección.El doctor Martí Iriondo explicó que Mercè tomó ayer sus primeros biberones, "que toleró perfectamente".

Los panaderos que la encontraron le llevaron ayer un ramo de flores para celebrar su onomástica. Médicos y enfermeras del servicio de neonatología del hospital de Sant Joan de Déu se muestran especialmente atentos con la pequeña Mercè, seguramente sensibilizados por su accidentada llegada al mundo. Cuando los panaderos la encontraron, la niña estaba unida todavía a la placenta y el cordón umbilical. Los trabajadores del horno Badal señalaron que quienes la abandonaron "tenían la intención de matarla, ya que la introdujeron en una bolsa de plástico que cerraron herméticamente con un nudo". "Si no la hubiéramos encontrado, no habría tardado más de 5 o 10 minutos en morir", señaló José López, uno de los panaderos que hallaron a la niña.

La policía seguía ayer las pesquisas para localizar a la madre del bebé, que podría ser de origen asiático o suramericano, a tenor de los rasgos faciales de la niña. El parto se produjo minutos antes de que los panaderos la descubrieran.