"Los acuerdos deben ser globales"

El vicepresidente primero y ministro de Economía, Rodrigo Rato, que encabeza la delegación española en Cancún, defiende que los acuerdos en el marco de la OMC sean globales, no respecto a productos específicos, como el algodón. "No es aconsejable hacer excepciones".

Pregunta. ¿Por qué España se resiste a tratar el algodón como tema específico, cuando apoyó el caso de los medicamentos en la cumbre de Doha?

Respuesta. El tema de los medicamentos es general. Hablamos de países pobres con crisis de salud pública y que no tienen capacidad para producirlos y deben importarlos. En la negociación agrícola estamos hablando de cuestiones generales y no identificamos un solo producto que es importante para un país, porque desvirtúa lo que viene a hacerse en estas reuniones.Que se ha hecho una excepción con los medicamentos, sí, pero en aquél caso es entendible. Pero no es aconsejable hacer excepciones.

P. Pero el algodón se ha convertido en el caballo de batalla de los pobres.

R. La UE va a modificar su política respecto al algodón el próximo otoño y puede adoptar medidas para ayudar a estos países, como que se incluya al algodón en la lista de eliminación total de ayudas a la exportación. Si se produce una propuesta que no perjudique al resto de negociaciones globales, podría ser estudiable dentro del marco de las mismas.

P. Si las ayudas al algodón de la UE no distorsionan el comercio, ¿por qué se resiste Bruselas a ceder a la petición africana? ¿Por el pacto con EE UU?

R. No tiene nada que ver. Los acuerdos en el marco de la OMC deben ser globales. Si de lo que se trata es de que cada ronda tenga su tema y su producto, y que el que llega primero golpea dos veces, no veo un gran futuro a la liberalización del comercio. La clave está en que el paquete agrícola que proponen la UE y EE UU sea entendido por los países en desarrollo como una transformación suficiente del mercado.

P. La UE llegó a Cancún con una propuesta de eliminación de ayudas. ¿Es negociable esa propuesta?

R. La propuesta de la UE es muy importante, porque la reducción de las ayudas que más distorsionan el comercio va acompañada de una mejora del acceso al mercado europeo de productos agrícolas, y de la eliminación de subsidios a las exportaciones para productos de interés de países en vías de desarrollo. La UE ya ha reformado su política; EE UU tendrá que modificar la política agrícola que ya reformó hace un año.