"Después de los huevos, que me tiren el beicon"

Arnold Schwarzenegger despreció ayer la oportunidad de participar en el primer debate de las elecciones que se celebrarán el próximo 7 de octubre en California y prefirió en cambio visitar el campus de la Universidad de California, en Long Beach. Allí, el actor tuvo una experiencia por la que no había pasado nunca, ni en la realidad ni en sus azarosas ficciones cinematográficas: un huevo le alcanzó en el hombro izquierdo mientras saludaba a sus simpatizantes.

El elegante y sonriente Arnie se quitó la chaqueta, se la dio a un asistente y siguió estrechando manos en mangas de camisa. Después demostró que se toma estos asuntos con humor: "Este tipo me debe ahora un pedazo de beicon...". Y, ya en clave más ajustada a su nuevo papel de hombre político, reflexionó: "Es un incidente que, en fin, hay que enmarcarlo en la libertad de expresión... Por eso me gusta este país. Y cuando te gusta algo, tienes que asumir todo lo que viene detrás".

Schwarzenegger, que ha cumplido 56 años, es uno de los candidatos republicanos que aspiran a ser gobernador de California en lugar del demócrata Gray Davis, que está en la picota de esta elección especial debido a las firmas recogidas para la convocatoria. En las papeletas del Estado -la quinta economía del mundo- habrá hasta 133 candidatos. Antes de decidirse por uno de ellos, los electores deben confirmar si quieren que siga Davis, reelegido hace menos de un año. En caso negativo, deben esforzarse por seleccionar a cualquiera del exótico y colorista plantel a su alcance.

Los cinco candidatos con más posibilidades, aparte de Schwarzenegger, comparecieron por primera vez el martes en un debate celebrado en Walnut Creek, cerca de San Francisco, que introdujo el actual gobernador. Davis, de 60 años, reconoció haber reaccionado mal y tarde en la crisis energética y económica que ha sacudido al Estado y pidió otra oportunidad -en realidad, acabar su mandato-, diciendo que lo ocurrido estaba siendo "como un despertar" para él.

El subgobernador, el también demócrata Cruz Bustamante, de 50 años, que encabeza los sondeos, recibió las críticas de los demás participantes por su supuesto continuismo de las políticas de Davis. Bustamante apostó por sus dos grandes bases electorales -enseñantes e hispanos- y prometió alivios fiscales para las clases medias. El debate, con la participación de la independiente y mediática Arianna Huffington, el conservador Tom McClintock, el ex delegado nacional de la liga de béisbol, Peter Ueberroth, y el verde Peter Camejo, se centró en la crisis económica, los impuestos, la inmigración y la legalización de la marihuana con fines médicos (sobre lo que todos estuvieron de acuerdo).

Quedan otros dos debates antes de las elecciones y Schwarzenegger -aún flojo en números y ambiguo en políticas concretas- ha dicho que sólo piensa participar en uno de ellos. Los observadores están divididos sobre su ausencia del primer debate: para algunos, se demostró la ligereza de su candidatura, basada en la simpatía personal del actor; otros creen que Arnie está jugando la carta del ciudadano normal y que quiere forjarse una imagen de outsider.

Aunque el panorama de las encuestas es volátil, Bustamante tiene una intención de voto del 35%, frente al 22% de Schwarzenegger. En cuanto a la primera pregunta -sí o no a la nueva elección-, las cosas están más apretadas: según una encuesta de Los Angeles Times, habría un 50% a favor y un 45% en contra.