'Marbella circus'

Soy una de tantas personas que se sienten orgullosas de contar con buenos amigos en Marbella, gente normal y corriente que vive en las calles del pueblo y que siempre se ha mantenido al margen de corruptelas, intrigas políticas o famoseo cutre.

La moción de censura no ha sido otra cosa que otra función más del circo estable que se lleva representando en Marbella desde 1991, un circo de cuatro pistas con payasos, lucha de fieras, acrobacias judiciales y faltas del dinero de la recaudación de taquilla. Sólo ha cambiado en este tiempo el maestro de ceremonias: Jesús Gil, Julián Muñoz o ahora MarisolYagüe, tanto monta, monta tanto. Como ya bastantes personas han manifestado, lo que Marbella necesitaría de una vez es un gobierno municipal fuerte, democrático y conformado por todos los partidos institucionales con representación, y dejando a un lado la jaula de grillos gilistas, estén representados por quienes estén. Aunque, claro, lo más fácil para algunos ha sido aplicarse el refrán "si no puedes con tu enemigo, únete a él", lo cual sólo ha servido para que las y los marbellíes sigan sin confiar en la política y sin saber diferenciar todavía entre lo que es un Ayuntamiento y lo que es un circo.