Los tránsfugas, en paradero desconocido

Marisol Yagüe permaneció en Marbella hasta el miércoles bañándose en la playa donde se baña todos los días y codeándose con sus amigos de siempre. Pero las decenas de periodistas que andaban buscándola no la localizaron. El teléfono móvil con cargo al Ayuntamiento que había utilizado hasta entonces le fue retirado. Y en casa no contestaba nunca ella. Mientras tanto, fuentes cercanas a otros concejales tránsfugas aseguraban que algunos se habían ido a Lisboa (Portugal).

Finalmente, el pasado jueves consiguieron reunirse todos y darse apoyo mutuo en un lugar donde las conexiones a Internet no son las mejores precisamente que se puedan desear.

Pero ¿por qué tanto secretismo? Por dos razones, según la propia Marisol Yagüe: "Para huir de todas las presiones que estamos padeciendo en Marbella y para preparar las bases del nuevo gobierno municipal de Marbella".

Ayer, uno de los ediles próximo a la candidata a alcaldesa envió por correo electrónico una fotografía a este periódico, tomada por la tarde, de los ocho ex concejales reunidos en el lugar secreto.