Nueva Cultura del Agua pide alternativas

La Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) instó ayer al Gobierno a "cancelar el trasvase del Ebro y a plantear con urgencia el diseño de alternativas viables compatibles con la normativa europea y ejecutables en un plazo de tiempo breve". Asimismo, la FNCA, que presentó sus alegaciones al trasvase, se pone a disposición del Gobierno para colaborar en el diseño de estas alternativas, informó la organización.

Para la FNCA el estudio de alternativas presentado "es una parodia diseñada para descartar cualquier alternativa que no sea la gran obra hidráulica del trasvase del Ebro". Así, lamenta que el gobierno "se sigue negando a estudiar alternativas combinadas de eficiencia, reutilización, intercambios de agua y desalación, pese a que los consultores de California, contratados para apoyar el trasvase, así se lo recomendaron a finales del año pasado".

En este sentido, Nueva Cultura del Agua subrayó que desde el Gobierno también "se han ignorado los numerosos estudios de total solvencia que avisan del grave deterioro que sufriría el río Ebro y el Delta si finalmente este trasvase se realizara". En sus alegaciones, que presentó acompañadas de un documento de apoyo de más de 50 páginas con datos y análisis técnicos, la FNCA asegura que la "inevitable" mezcla de las aguas del Ebro con las aguas locales produciría "grandes daños en las cuencas receptoras, tanto por los problemas de calidad como por la traslocación de especies perjudiciales como es el mejillón cebra". Al respecto, las alegaciones señalan que los efectos serían "especialmente negativos" en el Júcar, que "continúa sin tener ni siquiera un caudal mínimo legalmente garantizado en su tramo final, y que quedaría doblemente amenazado por los trasvases del Ebro y del Vinalopó". Además, la Fundación afirma que la calidad del agua del río Ebro "incumple la normativa Europea por su contenido de sulfatos y supera los valores recomendados en materia de conductividad".