Una comisión para el verano

Los 16 diputados que conforman la comisión de investigación que intenta desentrañar las razones que se esconden tras la espantada de los diputados tránsfugas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez tendrán muy difícil pasar las vacaciones en otro lugar que no sea la plaza de la Asamblea de Madrid, en Vallecas. Según el calendario de comparecencias impuesto por el PP, que hizo valer su mayoría en la Diputación Permanente, estas 26 personas tendrían que comparecer antes del 31 de julio. Sin embargo, casi ningún parlamentario regional cree que los trabajos puedan terminar tan pronto.

Los 8 miembros del PP, 6 del PSOE y 2 de IU que protagonizaron el interrogatorio del diputado traidor, Eduardo Tamayo, el pasado jueves, tienen todavía por delante terminar con la comparecencia de Tamayo (que ya consumió 12 horas en la primera sesión) y la de otras 26 personas. Diputados del PP en la Comisión aseguran que "ven muy difícil que las conclusiones puedan estar terminadas antes de mediados de agosto".

Y esta visión es, cuando menos, un poco optimista. Los plazos legales ralentizarán la comisión. El reglamento de la Cámara estipula que han de dejarse discurrir tres días entre la citación al compareciente y su presencia, que es obligatoria, en el estrado.

Sáez comparecerá mañana si voluntariamente así lo decide. De negarse, la comisión tendría que volver a citarla y dejar transcurrir los tres días reglamentarios. Esa misma circunstancia puede afectar al resto de comparecientes que ya están citados para un día y una hora determinada. Un calendario apretadísimo que diputados de los tres grupos parlamentarios "creen que será imposible cumplir". Mañana, por ejemplo, están citados, a partir de las 17.00 Eduardo Tamayo, José Luis Balbás (líder de la corriente dentro del PSOE denominada Renovadores por la Base), y los constructores afiliados al PP Francisco Bravo y Francisco Vázquez. Pese a que estos dos últimos han manifestado su intención de no responder a las preguntas -los citados tienen obligación de acudir, pero no de contestar-, probablemente el calendario vuelva a alterarse una vez más.

La comisión ha fijado una fecha límite para exponer sus conclusiones: el 28 de agosto, de tal forma que pase lo que pase, los diputados tienen ese día como fecha límite. Pero si la comisión prolonga sus trabajos hasta esa fecha ningún grupo parlamentario tendrá descanso hasta Navidad. Y con unas elecciones de por medio.

Y se atisban todavía más dificultades: los tres grupos parlamentarios aseguran que habrá una segunda tacada de comparecientes. Cada partido solicitará una nueva lista de presencias. Además, al menos será necesario habilitar un segundo turno, puesto que Ángel Batanero y José Antonio Teresa, ex alcaldes de Sevilla La Nueva, uno de los municipios donde supuestamente se fraguó la trama de Madrid, han manifestado su intención de comparecer voluntariamente en la comisión, por lo que será muy difícil dejarlos fuera.

Los diputados más optimistas creen que el 15 de agosto la comisión puede terminar sus trabajos; los más pesimistas, el 25 de agosto.