Esculturas para crear música en Las Rozas

Los visitantes de la Dehesa de Navalcarbón, un espacio natural de 120.000 metros cuadrados ubicada en Las Rozas, tienen la oportunidad de hacer sus pinitos musicales utilizando la nueva escultura de Jesús Gironella titulada Cromlech con campanas.

Cinco grandes piedras de granito, cuatro de ellas coronadas por cuencos de hierro, que recogen el agua de lluvia, emergen de la tierra perfectamente integradas en un entorno de pinos y encinas. El paseante sólo tiene que golpear los vasos para obtener diferentes tonalidades que se difunden por el entorno durante unos segundos. "Con las manos, con un palo, con lo que quieran", explica el autor.

Los recipientes, de diferente tamaño, contienen una cantidad diferente de agua de lluvia. Así, Gironella ha creado un instrumento tetrafónico de afinación variable, cuyo sonido depende del líquido que se recoge de forma aleatoria, sin que sea posible ninguna intervención humana.

Gironella realizó esta obra como "una ofrenda al dios de la lluvia. El hombre ha perdido el contacto con sus raíces y ésta es una forma de volver a ellas", dice. "Cuando se golpean los cuencos", continúa el autor, "la superficie del agua vibra e, incluso, si se pone la mano en la roca se nota cómo la vibración se transmite. De esta forma se despierta su espíritu para invocar la lluvia". Según el artista, el método ha surtido efecto, porque el pantano de Valmayor se encontraba a un 30% de su capacidad en el invierno de 2002, cuando empezó el trabajo, y ahora está lleno.

Las piedras están talladas a máquina con motivos geométricos y con simples incisiones que se adentran en el granito. Mientras que los cuencos incrustados en los bloques de granito representan los cuatro elementos: aire, fuego, agua y tierra.

e cercanías de Renfe

Las Rozas.