Alemania araña un empate útil en Escocia

Había aires de venganza en Escocia. Por ejemplo, Ballack tenía algunas cuentas que resolver con Berti Vogts, ex seleccionador alemán y actual técnico de Escocia. Ambos no vivieron bien juntos y Rudi Völler, responsable de la selección alemana, lo utilizó como bandera de su país para mentalizar a la tropa. Ballack tenía problemas musculares, pero con Vogts enfrente, soñaba con que finalmente el señuelo alemán diera el sí. Y lo dio. Y jugó, sin demasiada presencia en el campo, pero jugó.

Alemania se encontró lo que esperaba: una selección escocesa que salió embravecida, ejerciendo una presión asfixiante, con la agresividad habitual que pareció desconcertar a Alemania. Sin embargo, el conjunto de Völler, fiel a su estilo, capitalizó su primera ocasión cuando Bobic (m. 22) cabeceó un centro de Frings, desde la derecha. Escocia acusó el golpe, enmudeció, bajó el pistón como si reflexionara sobre lo ocurrido, porque ambas selecciones se disputan el primer puesto del grupo. Ambos venían tocados por sendos fracasos ante Lituania (empate alemán y derrota escocesa). En pleno forcejeo físico, con aires de batalla campal, llegó el empate escocés, obra de Miller, que batió a placer a Khan tras un falta. Todo sigue igual.