Abejas en el carrusel

Francois Delaroziér, vinculado a la compañía francesa de teatro de calle Royal de Luxe, no se podía imaginar cuando dirigió en Toulouse la construcción del carrusel D'Andrea, en 1999, que este artilugio de feria pudiera servir para albergar un enjambre formado por entre 10.000 y 15.000 abejas, que provocaron cierta inquietud a las personas que paseaban junto al acueducto de Segovia, el lunes por la tarde. Los miles de insectos himenópteros eligieron para anidar un barco conocido como Le Titanube, realizado de forma artesanal y con materiales nobles, como el resto de las piezas del tiovivo, que fue instalado con motivo de la celebración del Festival Internacional de Títeres. Agentes de la Policía Local tuvieron que acordonar la zona durante toda la tarde, hasta que dos hábiles apicultores, Fulgencio Elena Bernardo y Rufino Martín, lograron reconducir a la abeja reina a un panal portátil, tras la que entró el resto del hervidero, quedando todo en un susto.-