Jesús Gil oficializa su adiós

Jesús Gil y Gil asistió ayer a su último consejo de administración del Atlético como presidente. El dirigente, vestido con una guayabera de color caqui y pantalones a juego, llegó con una carta de dimisión al estadio Calderón sobre las cinco de la tarde. "Era su día de despedida", dijo Enrique Cerezo, el nuevo presidente. "Gil ya no es presidente ahora ni lo volverá a ser nunca más en su vida", dijo Gil Marín. Luego, más escéptico, afirmó: "Seguramente, la transición nunca se produzca". De momento, Jesús Gil seguirá siendo consejero de la entidad y su familia se mantendrá al frente de la gestión del club.

Pero además de certificar la aparente retirada de Jesús Gil "a un tercer plano", según su propio hijo Miguel Ángel, el consejo de administración dio el visto bueno a la ampliación de capital de 36 millones de euros. Gil Marín desveló que la operación ha sido aconsejada por el banco asesor portugués Espiritu Santo para evitar que el órgano de dirección se viera "obligado a declarar el club en estado de disolución". La ampliación, dijo, se hará en dos tramos. El primero, por valor de 22 millones de euros, para los acreedores de la entidad. El principal, con cerca de 18 millones de euros, el propio Jesús Gil. También entre los acreedores hay algún futbolista de la primera plantilla que ha decido trocar su deuda por títulos de la entidad, el diario As habla de Aguilera. Después, para los accionistas los otros 14 millones de euros. No habrá tramo para los abonados. Eso se reserva, según Miguel Ángel Gil para una segunda ampliación de capital de otros 30 millones de euros prevista para la próxima temporada.

Según informó Gil Marín, la deuda del club actual es de alrededor de 100 millones de euros, lo que "hace inviable la entidad". La deuda, una vez restada la ampliación, sería de "70 u 80" millones de euros, que se pagaría en tres anualidades desde el próximo 30 de junio.

Gil Marín llegó a calificar al club de "manicomio". Y apuntó que "no compite en igualdad de condiciones" por su peculiar situación judicial, e insinuó que en esas condiciones nadie querrá poner dinero en el Atlético. Sobre las pretensiones de su familia de ceder el control del Atlético, el consejero delegado repitió que tiene el encargo de "recuperar el patrimonio familiar" y "retirar" a los Gil del club. Sin embargo, precisó que la "transición seguramente nunca se produzca porque nadie va a querer meter dinero en la entidad. Es mejor tener el 5% de El Corte Inglés que el 95% del Atlético"

Gil Marín también subrayó que el Atlético "es la primera SAD de España" y recordó que las sociedades anónimas se rigen por los criterios de sus accionistas, no por los deseos "románticos" de la masa social.

El consejero delegado volvió a recordar que la única alternativa a la ampliación de capital es "la venta de activos" y precisó: "Los activos del club en este momento son sus jugadores y el estadio". También reiteró su predisposición a "una salida ordenada" de su familia siempre y cuando recupere el dinero invertido. "Una cosa es querer salir y otra poder salir", comentó a ese respecto, recordando que "nadie ha puesto aún un duro".