La reforma de Ciutat Vella

Como urbanista vinculado al movimiento vecinal de Ciutat Vella y autor de un libro sobre el tema, quisiera opinar sobre el reciente artículo de J. M. Montaner aparecido en esta sección. La llamada "reforma", que ha afectado sobre todo al Raval y a Santa Caterina, se basó en unos mastodónticos Planes Especiales de Reforma Interior (PERI) redactados a principios de los años ochenta, con una metodología que ya era anticuada a la luz de las experiencias de otros países europeos. Estos PERI, que apostaban por el derribo de grandes extensiones de tejido urbano, fueron reprogramados a finales de la década de 1980 y principios de la de 1990 alejándolos notablemente de los proyectos iniciales.

En ningún caso puedo estar de acuerdo con el articulista, ya que salvo honrosas excepciones como el bloque de viviendas de Roig-Carme (Josep Llinàs) en el Raval, o la continuación de la avenida de Cambó diseñada por Enric Miralles, han sido totalmente lesivas. El citado artículo coincide con la publicación del nuevo trabajo del profesor Joan Busquets, que -con algunas reservas- podría servir de guía para que las futuras intervenciones sean verdaderamente respetuosas con unos valores hasta ahora menospreciados. Y digo hasta ahora porque los proyectos aprobados por el Ayuntamiento para construir un hotel de 11 plantas en la rambla del Raval (Oriol Bohigas) y un edificio residencial de 10 junto a las Drassanes (Eduard Bru) no son precisamente la pauta que se debe seguir.