La estación del AVE de Zaragoza se inaugura el día 19 con trenes viejos

El Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Zaragoza, ambos en manos del PP, no se han resistido a dejar la inauguración de la nueva estación del AVE de la capital aragonesa para después de las elecciones, aunque no se disponga de los trenes adecuados ni se haya puesto en servicio la línea de alta velocidad.

Los fallos y el retraso en la inauguración de la línea, prevista inicialmente para diciembre del año pasado, no serán ningún obstáculo para que la nueva estación de Delicias sustituya a la vieja de El Portillo a partir del próximo día 19, seis días antes de la convocatoria electoral.

Según la compañía Renfe, el traslado de las operaciones ferroviarias desde la vieja estación a la nueva se debe a las presiones del ayuntamiento para poder cerrar las obras en la avenida de Madrid. En los últimos días, grupos de vecinos se concentraban diariamente por las tardes para exigir la finalización de estas obras que mantiene aislado a un barrio.

"Es la primera vez en la historia de este país que se inaugura una estación sin trenes", afirmó ayer Francisco Catalán, responsable de UGT en Renfe de Aragón.

Retrasos en todos los trenes

El súbito cambio de estación en plena campaña electoral perjudicará a los usuarios de largo recorrido y obliga a Renfe a hacer un encaje de bolillos para adecuar los tráficos ordinarios a unas infraestructuras aún sin acabar. Tiene que hacer una campaña de información sobre el cambio, modificar la denominación de los billetes y montar un complejo operativo para trasladar a los viajeros que se presenten en El Portillo. En una nota divulgada ayer ya advertía de que el traslado "provocará retrasos en los trenes".

La operativa ferroviaria se complica de tal manera que habrá que fijarla específicamente para "cada día y para cada tren", según una nota interna de la compañía. El criterio básico es que accedan a la nueva estación los trenes regionales, los nocturnos de largo recorrido y los que tengan origen y destino en Zaragoza. Pero se aplicarán restricciones de acceso ya que la nueva estación, destinada a compartir provisionalmente líneas de ancho europeo (las del AVE) con los actuales trenes de ancho español, no reúne condiciones, como tampoco las reúne la Ronda Sur. "Habrá retrasos en origen y destino en todos los trenes", reconoce Renfe.

Para el alcalde de Zaragoza, José Atarés, el cambio es "una excelente noticia" porque había urgido a que se solucionara el problema. El candidato socialista, Juan Alberto Belloch, lamenta que se haga a costa de los enormes perjuicios que se les causará a los viajeros. "Algo que debería ser motivo de alegría, como la llegada del AVE, se ha convertido en un calvario", ha dicho Antonio Gaspar, el candidato de Chunta Aragonesista.