El Recreativo se homenajea a costa del Villarreal

El Recreativo de Huelva tuvo un comienzo de partido colosal en el que arrinconó a un Villarreal aturdido. Ahí radicó la clave de la goleada. Los jugadores recreativistas desplegaron en el primer tiempo el mejor fútbol de la temporada, con una solvencia y un control del juego desconocidos, como si se tratara de un equipo ambicioso, aspirante al título. El Villarreal, cada vez que intentó levantar la cabeza recibió un gol. Fue patético. Los cinco tantos parecieron escasos al final, por los méritos de unos y otros. Los locales Espínola y Raúl Molina estrellaron, cada uno, un balón en el poste. Y Reina sufrió un permanente bombardeo. Las expulsiones de Arruabarrena y de Belleti, en los minutos 33 y 41, respectivamente, dejaron desmantelado al conjunto visitante. Esas tarjetas rojas visualizan la debilidad del Villarreal, su impotencia.

El Recre ofrece actualmente una imagen amable a su afición, pero terrible para el rival. El Decano ha tardado, pero se ha asentado en Primera División con un descaro tremendo. Va a por todas, y además juega. Sus futbolistas, alguno de ellos procedente de Segunda B, han comenzado a tocar el balón, a triangular el juego, a disparar a la meta contraria con una fuerza feroz.

Los visitantes se hicieron definitivamente invisibles en el segundo tiempo. Y fueron recibiendo en su portería más que goles, golazos. El Recre no podía fallar en este partido y no falló. Le falló el Atlético de Madrid, que perdió ante Osasuna, uno de los rivales de los onubenses en la lucha por la permanencia. Pero en Huelva se recuerda que en el año del centenario del Recre, 1989, el equipo se hundió a Segunda B. Otros tiempos. El público hizo la ola ayer, eufórico, y los jugadores recreativistas formaron una piña ante los tres próximos partidos: Depor, Real Madrid y Real Sociedad. El Villarreal parece haberse despedido definitivamente de la lucha por la UEFA y ahora le toca aferrarse a Primera.